¿Cuándo? ¿Para qué?
Cuando envejecemos, los signos del paso del tiempo, de la exposición solar y del estrés diario se ven reflejados en la cara y en el cuello a través de pliegues y surcos poco estéticos. En este caso, el lifting es la opción adecuada para disimularlos ya que permite tensar los músculos, eliminar el exceso de grasa y redistribuir la piel de la cara y el cuello. Es decir, ayuda a mejorar el aspecto, devolver el tono cutáneo y recuperar los volúmenes faciales. Es la operación estética adecuada para corregir la flacidez en la zona media del rostro, los pliegues profundos bajo los párpados inferiores, los pliegues profundos a lo largo de la nariz que se extienden hasta la comisura de la boca, la grasa que se ha caído o desplazado, la formación de papada por la pérdida de tono muscular y la apariencia de tener una segunda barbilla, incluso en personas de peso normal, por piel flácida y exceso de depósitos de grasa bajo la barbilla y la mandíbula.