¿Qué son? ¿Por qué aparecen?
Las patas de gallo son uno de los primeros signos de envejecimiento facial. Esas arrugas que aparecen en la zona externa de los párpados, donde la piel es fina y delicada, por la contracción repetida del músculo orbicular al reír o por entrecerrar los ojos frente al sol, la luz fuerte u otros agentes externos. Asimismo, el paso de los años favorece su dibujo por la falta de colágeno y, en consecuencia, la pérdida de elasticidad e hidratación en la piel. Al tratarse de una de las zonas más visibles de nuestro cuerpo, rejuvencer la mirada es el objetivo principal de muchas mujeres y hombres.